Espejismo

Hacia mucho frió, y yo estaba por descubrirme.
Si soy sincera admitiré, que ese día había hecho un esfuerzo por no verme tan mal.
La hora se acercaba y yo sentada escuchando el hueco de un salón poco poblado, 
volteaba a ver el reloj cada que unos de mis pensamientos interrumpían a otros. 
¿Acaso podría pasar algo tan malo e irremediable?
¿Debía? 
¿Podría llegar a arrepentirme?
Y es qué aunque me la pasé la noche buscando alguna pista, algún consejo y 
aunque trate de ubicar los escenarios posibles, 
aún cuando no pude concentrarme para poder siquiera pensar en un plan A y B,
Algo contra toda corriente me hacia sentir confiada en que algo andaba bien. 
A pesar de que acorde con mis consejeros no hablar, un impulso me movía.
Entonces pasaba de un recuerdo a otro, y a otro parecido y a otro errabundo.
Nada estaba de un solo lado, todos me indicaban una cosa,
toda yo me indicaba otra cosa.
Pero me atreví.
Tal vez, nunca pueda presumir de hazañas deportivas o aventuras foráneas, 
pero ahora tengo una historia para mi descendencia, 
la historia del Espejismo de amor.
Yo deje caer de mi boca toda la verdad que creí necesaria.
Libere mis demonios frente a la contraluz de aquel hombre, 
que por instantes se alternaba con un extraño.
Aunque no utilice la palabra Amor, pues ese secreto lo guardare hasta de mí,
No cambio, nada, solo algo sí,
Ah quedado el frió de ese día impregnado en su esencia, 
porque cada que esta cerca tiemblo,